Hay un poema en el mundo
Francesca Gargallo
Primera edición por Editorial Oasis, Col. Los libros del faquir, Ciudad de México, 1986, 29 p.
Para M.
I
No hay pasión profunda sin cierta crueldad. Albert Camus
HAY UN POEMA La fresca roja fuerza de la bugambilia verde y espinosa aún. La planté sin tener tu dura presencia ni imaginar el transcurrir de las hojas en difícil y constante compañía. Exagera ahora las distancias porque todo lo despierta amar desaforadamente sin mitologías confundiendo intercambiando hasta el sexo. Amo mis trenzas y tus dientes pequeños. Hay entre nosotros una sonrisa que dice ven para engendrar una raza de locos gozar solos del ajetreo de nuestras voces. Al florecer me hunde en el vacío de tu pecho la plenitud de tu mente me hunde —hembra desprendida— en el llamado de tu mano en la cocina. Hay entre nosotros desayunos veraniegos tardes de estudio siembras. Silencios que prometen adioses pétalos carmesí que caen del árbol sembrado en un mar de lodo y esperanza abortada. Todo es un decir. Hay un poema en el mundo que no calla e invade nuestro jardín de bugambilia. ஜ SEPARACIÓN EN CUATRO TIEMPOS La luz del alba nació de una hora de fragor. Dicen que nos llamó de las colinas de los naranjos blancos y olorosos, de las tumbas abiertas de tierra removida. La cama abandonada retuvo abrazos y semen. La ventana se hizo cuerpo en un relámpago azul. No hay nostalgia humana en el sentir que duele: la sábana llora nuestros proyectos suspendidos. ஜ POR VOLVER YO Viniste por mí cuando tu pierna era de yeso frente a esas escaleras de casa de a quinientos pesos en que señoras y burócratas desahogan sus ganas. Donde los adolescentes estudian la vida. Te arrastré perdiendo las muletas en brazos bajo la asustada mirada de una celestina gorda: una cortina se entreabrió a pesar de la discreción que el lugar prometía. Parafraseando un matrimonio de película abrí la puerta te dejé caer en la cama me lancé sobre ti. Me besaste. Hasta el panadero supo por lo morado de mi cuello que había amado. Mi fiebre te quitó la ropa un sinnúmero de veces nos penetramos. Tu pierna ahora está bien. Mañana tomarás otro avión como el que te llevó entonces y al cual por volver yo al periódico fuiste subido por dos robustos cargadores. ஜ UNA REPORTERA LE DIJO La joven actriz mostró su capacidad erótica. El sonidista la congratuló y el camarógrafo su peinadora el maquillador el arquitecto y la costurera. Una reportera le dijo: mijita usted sabe que la pasión dura seis días es violenta feroz e hiriente tocar el cielo con un dedo y beber la nieve. Cuando amé sentí mío su pene y suya mi vagina. Mis pechos se suspendían en el aire como dardos lanzados sentí mi vientre convertirse en un hoyo negro en que se pierde el sentido mis piernas capaces de atravesar el mar mi piel no ser más que el contorno que es pero fuerte trazado a tinta china. Sentía su presencia en la boca mi cuello los pezones el ombligo la raya de pelo que baja hasta el clítoris. Grité y callé al amar sonreí gemí me reí a carcajadas hablé canté susurré abrí mis piernas las cerré lo monté me montó rodamos besando la inmensidad infinita de nuestros cuerpos. El camarógrafo calló como la joven actriz. ஜ CUERPOS Pequeños cajones abiertos: pechos adolescentes. Redes de pescar ya lanzadas pájaros atrapados y collares. ஜ EN CADA PERSONA AMADA HAY UN RECUERDO DE INFANCIA Mientras se entretejen pasiones en cada esquina la historia corre imponiendo ritmos que borran la luz al sol. Todo gesto repite el primer amor y el último al ser que se nos ofrece en voraz absoluta capitulación. Otro barco con su destino de odio. La noche regresa en copas de vino para descifrar los frutos de una muerte involuntaria voluntaria obligatoria. Cada vuelta al amor presupone un sueño de amor mayor. Un recuerdo de infancia que se perfila como el triunfo del bien en un país lejano vecino fundamental sin importancia. ஜ AÚN QUIÉN TIENE CAZUELA Y CARNE Quien dijo la luna es en la noche un cuchillo plateado no tenía frío. Seguramente. Para María es la angustia de la noche que pasa con la despensa vacía Para Manuel una inútil cobija doblada y lejana Y para mí que no debería joder ni darme el lujo de criticar para mí que tengo leña en la chimenea carne en la cazuela y un vaso de ron en la mano para mí es tu insoportable ausencia. ஜ LAS BOCAS DE AHORA Ya no callaré tu boca sellada por un canto que debes. El trabajo de compañeros caídos tras su cámara. Retratos de realidad. Serán gritos retortijones estornudos diarrea brotando de sangre reconocida. Necesidad que se dispara a pesar mío. Días que construyen poesía dispareja como la vida en la primera luz de la mañana. ஜ CARTA AL AMIGO Sabes que para mí el amor es mucha cosa. Afuera el frío anda su camino hay viejos que mueren en la misma soledad de un niño que nace y te escribo desde el tren para Veracruz donde hay chicos que duermen en el piso acariciando una gallina. El tren que va al mar no ríe como los tuyos Edoardo está lleno de polvo y tristeza. Para Claudia es un texto de película. Mas el niño que miro tiene los ojos del niño que deseo. Pego mi nariz junto a la ventanilla y de mi ventana sigo viendo al tren que me lleva al mar. No hay vino en casa. Ni tequila. Ni dinero. Mañana Edoardo partirá mi amante y te escribo porque conociste mi amor y guardarás el secreto. Así pierdo el hijo que vislumbré en el tren. Tú saldrás a recogerme cuando caiga o titubee. Escribo para llevarte conmigo en el invierno que cae a gotas. No tengo dinero para tomar seis litros de tequila y eres el único amigo que me queda. ஜ ÓRDENES DESCOMUNALES Y en el arranque del motor arrebato tu rostro de la corteza del olvido muerdo labios que reaparecen acerco mis piernas a tu sexo. Me voy. Recibí órdenes descomunales y gime mi saliva la ausencia de tu semen. Aquí estás y aquí me voy nuevamente yo para siempre nosotros. ஜ OTRA VEZ EN CAMINO La noche se hace cobija la angustia deseo. El zumbido del motor y el miedo muerden los frenos. Sólo el camino tiene veloz la posibilidad de llegar. ஜ
II
I siciliani non vorranno mai migliorare per la semplice ragione che credono di essere perfetti: la loro vanitá é piú forte della loro miseria. Guiseppe Tomasi di Lampedusa
ADIÓS A SIRACUSA Lo que te costó hacerte olvidar tierra mía! Qué rabia me das cuando cierras tu sexo al goce vistiéndote de negro al sol llamando campesino al pescador mentiroso al poeta. Qué rabia despierta verte mentir pequeña hermana tú que tienes la fuerza de mandar al mundo a tomar por el culo mas pierdes tus hijos por descuido abollándolos en el mar sobre el continente. Putita y bastarda eres tan tímida evadiendo las iglesias sin dar en el ojo temblando de miedo a cada milagro. ஜ ROMA La pluma lenta sobre las ojeras eternas subraya la arruga naciente y sonríe de un primer grado de miopía como si fueran tratados sobre el método y el frenesí. Estúpidas lujurias engloban la noche y el tedio sorbe en el vaso de cualquiera. ஜ MITHISTORIA Un instante y el amor se lanzó tras de mí para matarme el poco tiempo que falta y cubrirme la única luz que permanece y me broncea. Que negra sea mi piel y los ojos y el pelo y los pies desnudos sigan pisando la arena seca la tierra blanca polvo que se levanta con el viento los pasos el movimiento. Veinticuatro horas treintiséis cuarentaiocho así se cuenta un día un día y medio dos para acercarse a la eternidad de las horas sin fluir como ríos en una fotografía y acortar el purgatorio de mil años la distancia de la Historia de los días pasados en bancos de escuela recordándole a la maestra que César ganó las Galias y encontró a los belgas feroces prontos para el silencio mientras en Alesia la libertad alistaba un bárbaro rubio al sacrificio. Veinticuatro horas una vez más para dar una última vuelta a la tierra y revolcar la historia en el tiempo lento del monótono amor epiléptica manía sentimental que religiosamente perpetuamos en nuestras vísceras mejores. Veinticuatro horas de sol y las notas del arpa que se ha roto cuando Apolo se durmió sobre su carro de oro abandonando las riendas al tiempo a los caballos al destino. ஜ COYOACÁN Toda la historia en una lluvia. Mil años en cada gota y la plaza vacía: no siento mis pasos y se rompen los geranios entre las gotas de la tarde violenta por la antigua exuberante tempestad que complica las trenzas coloridas de la historia. La lluvia continúa avanza sobre los árboles y la negra piedra del volcán. Temblorosa en los geranios de la plaza se entreteje una guerra muda. ஜ MIS AMIGOS A Saúl Ibargoyen y Enriqueta Chaigneau Mis amigos son sin necesidad de adornos. Me acogen en su dicha. piden que ahuyente su soledad y respetan la transparencia de mis recuerdos. Mis amigos son una tribu que regala sus frutos y habla de amor para acercar nuestros brazos al futuro y entregarle trabajo a una pasión. Mis amigos instruyen caracolas así la verdad llega al oído de mi isla sagrada y las secretas costas de todos los mares por medio de una generosa flor de cal. Su vida en mi vida es un paso más una brazada de navegante que hiere la noche plateada de estaciones benignas y lleva a cualquier tierra la libertad del mar. ஜ SUBIRÁS LOS PELDAÑOS A Edoardo Ventimiglia Regresa al mar corre hacia su costa mi casa tu casa nuestra tierra: hace frío en diciembre y Sicilia canta de gusto al viento que mueve sus naranjos. En mi casa blanca subirás los peldaños para entrar en la chimenea que juega con las sombras del invierno y sonreiremos pensando en el mar estival en esos días lejanos en que la perra nos salvaba cada vez que el mar me poseía en nuestros primeros amores en tus ojos morenos sobre mi piel quinceañera. Ten hijos si puedes para que un día conozcan por tu boca la posibilidad de tener amigos y por tu vida la importancia de la entrega. Ten hijos para que sepan que fuiste mi amigo en la mirada picara de la adolescencia mi amigo en las decisiones de la juventud en la vida en las casas los sueños la militancia. Y mientras los tienes mientras los creces cuando se hayan ido llega a mi casa llega a tu mar al jardín de los dioses la cuna de Venus a tu tierra que llevamos en los ojos a esa Sicilia árida negra malvada llega para decirle que sus azahares son toda la historia y la voluptuosidad de un abril que esperamos. ஜ
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