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Francesca GARGALLO, “Género”, en Horacio Cerutti Guldberg (director), Diccionario de filosofía latinoamericana, Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (antes Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos), UNAM, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, 2000, http://www.cialc.unam.mx/pensamientoycultura/biblioteca%20virtual/diccionario/genero.htm

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Género

Francesca Gargallo

 

GÉNERO. Para entender la cuestión de la naturaleza y génesis de la opresión y la subordinación social de las mujeres, la antropóloga estadounidense Gayle Rubin expresó la idea de que éstas se construyen sobre un sistema social que desarrolla una “economía política” del sexo, erigida sobre la heterosexualidad obligatoria y la apropiación de la fertilidad femenina por parte de los hombres. Dicho política fija un orden jerárquico basado en los géneros, genders, éstos representan a la vez, una división de los sexos socialmente impuesta y el sistema de relaciones entre ellos (Rubin, 1976).

Las antropólogas, sociólogas, lingüistas e historiadoras feministas latinoamericanas han traducido y reelaborado el término gender (en inglés), para afirmar, que el género es una categoría explicativa del porqué lo femenino y lo masculino no son hechos naturales, sino construcciones sociales. El género se convierte, así, en el conjunto de representaciones simbólicas sobre el cual una cultura determinada construye los sujetos históricos “mujer” y “hombre”, sus identidades y relaciones. El género permite diferenciar a las mujeres entre sí, sin limitar a una única diferencia sexual la diversidad de manifestaciones históricas, étnicas y de clase de la inferiorización de la naturaleza femenina. Por ejemplo, el género femenino de la mayor parte de las culturas prehispánicas estaba oprimido de una manera diferente al género femenino de la cultura hispánica dominante, aunque análoga, lo cual permitió que se sumaran elementos genéricos de opresión a las mujeres en la conformación de los géneros mestizos de América.

En castellano el género se refiere a la clase, especie o tipo a la que pertenecen las cosas, a los artículos o mercancías que son objeto de comercio y a las telas. En castellano no hace referencia directamente a los sexos, sólo en función del género gramatical se hace referencia a lo masculino y a lo femenino. En la gramática española, el género es el accidente .gramatical por el cual los sustantivos, adjetivos, artículos o pronombres pueden ser femeninos, masculinos o –sólo los artículos y pronombres– neutros. Lo que realmente crea dificultades es la traducción del término gender, que en inglés hace referencia a los sexos.

Lo que define al género es la acción simbólica colectiva. Mediante el proceso de constitución del orden simbólico en una sociedad se fabrican las ideas de lo que deben ser los hombres y las mujeres.

El género, o los géneros, no son un en sí, sino el producto de cómo las culturas masculinas han determinado la diferencia sexual. Asimismo, explican las distinciones genérico-sexuales por las cuales las dimensiones negativas de la vida son atribuidas a lo femenino, cuya devaluación es “una de las características esenciales de la producción cultural originada dentro de una estructura de carácter patriarcal que también se destaca como organización dominante en la mayoría de las culturas” (Guerra, 1994: 11).

La academia ha recogido la categoría género para poner de manifiesto en cada disciplina las tareas asignadas históricamente a las mujeres y a los hombres, la jerarquización de los sexos y la división sexista del trabajo. En la mayor parte de las universidades latinoamericanas, salvo aquéllas donde antes de 1990 había cursos o carreras de estudios feministas o estudios de la mujer, se han abierto espacios para los estudios de género, aunque en los programas de algunos de ellos es explícito el objetivo de superar la visión feminista de la diferencia sexual.

La introducción de los estudios de género, desde una perspectiva feminista, supone una redefinición de los grandes temas de las ciencias sociales. El género se torna en una categoría de análisis que recorre todos los ámbitos y niveles de las sociedades, develando los mecanismos de poder más profundos en los discursos teóricos que legitiman las culturas masculinas. Fuera del feminismo, la categoría de género en su uso descriptivo no comporta una declaración necesaria de desigualdad o poder. Esta acepción es utilizada por los organismos gubernamentales e internacionales en sus políticas de control de la fertilidad femenina y de incorporación de las mujeres al trabajo para abaratar sus costos.

Bibliografía

Amorós, Celia. 10 palabras clave sobre mujer, Estella, Verbo Divino. 1995. Guerra, Lucia. La mujer fragmentada: Historia de un signo, Casa de las Américas, La Habana, Cuba, 1994. Lamas, Marta. El género: la construcción cultural de la diferencia sexual, Miguel Ángel Porrúa-PUEG/UNAM, México, 1996. Rubin, Gayle. “El tráfico de mujeres: notas sobre la economía política del sexo”, en Nueva Antropología, vol. VIII, núm. 30, México, noviembre de 1986, Scott, Joan W. “El género: una categoría útil para el análisis histórico”, en Lamas, Marta. El Género: la construcción cultural de la diferencia sexual.

 

 

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