Un día que empieza con solecito en el horizonte, mi hija dormida a lo ancho de la cama, bella como la mañana, la esperanza de un paseo en bicicleta por Chapultepec…. la nueva, serena delicadeza de los días lentos que emergen de meses y meses de encierro, mientras sé que en este mismo país no paran la minería, la construcción de megaproyectos que los pueblos rechazan, los ríos son ensuciados y los bosques talados. ¿Nueva realidad?
Hacer suelo es escribir poesía
Es leer cosas casi de casualidad. Recuperar los libros y gozar el tiempo de girar la página.
He terminado mi novela hace un mes, ¿es tiempo devolverla a leer? La he enviado a cinco amigues muy especiales, uno me dijo que hay diálogos que trabajar porque son un poco ríspidos, otra me dijo que le emocionó y se enamoró de algunas personajas, los otros no me dijeron nada, nada, nada.
Entonces me encontré una mañana en internet con una reseña que una académica joven del país español pero que escribe (bien) sobre los pueblos de Centroamérica y sus migraciones internas y sus construcciones de ciudadanía , Aránzazu Robles Santana, escribió alguna vez una reseña sobre Feminismos desde Abya Yala, en inglés. Vaya, héla aquí: https://www.academia.edu/19685519/Book_Review_in_the_Journal_of_the_Native_American_and_Indigenous_Studies_Feminismos_desde_Abya_Yala_Ideas_y_proposiciones_de_las_mujeres_de_607_pueblos_en_Nuestra_Am%C3%A9rica_Francesca_Gargallo_Celentani